-Continua - le pedí.

-Es duro, pero bueno. En mi casa era pelea tras pelea por mis trabajos y yo no me quería dar cuenta de que lo que estaba haciendo era realmente una estupidez, una pérdida de tiempo y que lo que verdaderamente estaba haciendo era manchar mi reputación tanto como persona pero aún más como hijo. Mi madre pasaba las noches en vela mientras yo salía y entraba de mi casa, podía pasarme tres días sin pisar mi casa, suenan poco tres días, pero para mi madre esas setenta y dos horas le parecían un calvario. Un día cuando llegué a casa estaba mi madre sentada en el sofá con la luz encendida, creo recordar que eran las cinco o como mucho las seis de la mañana. Estaba furiosa, siempre que lo está se lo noto en la manera de estar sentada y en como me mira, no hace falta que articule palabra, sólo con mirarme ya sé como se siente. Me senté frente a ella, no a su lado porque sé que me hubiera abofeteado en ese mismo momento, pero no lo hizo porque vio mi estado, estaba completamente drogado y mi ropa olía a puro alcohol y tabaco. Discutió fuertemente conmigo, me dijo que sino hacía algo que me metería en un centro de desintoxicación y que me daba una semana para dehacerme de mis amigos,a los que ella llamaba indecentes. Así lo hice, por voluntad propia hablé con el grupo y me salí del clan, pero todo no acabó ahí, pasé unos duros meses en aquel centro, mientras mi madre aguataba los portazos, las pintadas poniendo insultos en las paredes de la fachada y otros tipos de destrozos mientras yo estaba, "felizmente" en aquel lugar. Nunca imaginé que fuera tan duro, pero lo conseguí y aquí estoy, con una vida completamente diferente a la vida que llevaba antes, si a eso puede llamarle alguien vida, y con la mejor chica del mundo en mis manos.

No podía oir más allá de su boca, todo era tan perfecto cuando estaba cerca de él, se me saltaron las lágrimas con aquellas historias de su pasado, lo tuvo que pasar realmente mal, no puedo imaginar como una persona con tan buen corazón pudo tener un pasado tan negro. No me puedo explicar como mi novio pudo ser encarcelado y ser un drogadicto, pero al fin y al cabo se dio cuenta, mejor tarde que nunca, o al menos eso dicen. Me levanté del sofá y me tiré encima de él abrazándole sin más. Era todo para mí, lo era todo, desde mi despertar hasta mi anochecer. Sólo quería estar con él, sólo quería pasar el resto de mi vida a su lado, y ahora que lo pienso quizá estas historias son el porqué de que mis padres no quieran que esté con él, pero eso ya me da igual, mis padres no podrán protegerme siempre, tengo que desenvolverme en mi vida. Quizás salir con él sería una locura, pero a mi me gustan los retos y me gusta llevarle la contraria a lo impredecible. Me sentía tan agusto con él que mis lágrimas se convertían en sonrisas y mis problemas desaparecían instantaneamente. Le abracé como si la vida se me fuera en ello, ahora comprendo mejor que nunca sus estados de ánimo o mejor dicho sus actos y no actos. Ahora comprendo esa madurez acumulada y esas ganas alocadas de amarme. Sí, ahora lo comprendo todo, hasta el último detalle.