- Pero no he estado todo el día contigo Angy. He estado casi toda la tarde hasta ahora con él y contigo llevo unos treinta minutos como mucho.

- Bueno pero eso tiene remedio, nos podemos inventar algo, que he tenido que ir a comprar y me has acompañado, que cuando has venido no estaba en casa y me has llamado al móvil para decirme que estabas ahí para darme los apuntes, que … que … ¡ joder Ester échale imaginación!.
- Pues yo de eso ando hoy mal, ahora mismo estoy en la nada. No sé qué será de mis estos días cuando no pueda ver a Antonio, me estoy derrumbando por segundos Angy, no hace más de una hora que le vi y ya le echo de menos.

- Vamos a ver niñata, ¿quién es tu mejor cuidadora, amiga y todas las cosas que necesite Ester?, la menda. ¿Quién es la que te ha hecho reír a diestro y siniestro?, la menda. ¿Quién sin que tú aún tuvieras novio has pasado el resto de tu vida?, ¡con la menda!. ¿Y ahora me vienes con el cuento de que qué vas a hacer sin él? ¡POR FAVOR NO ME HAGAS REÍR!.

Realmente no podía negarle que todo lo que había dicho fuera falso, así que no tenía respuesta, para Angy la palabra “no” está en el diccionario de su tatarabuela, y yo aquí apenada por un chico que apareció en mi vida días atrás.

- Tengo que decirte con toda la pena de mi corazón, que tienes razón. Que si hace días estaba soltera y entera y no me he muerto, no me voy a morir ahora porque no le vea un par de días, aunque bueno tendré mis recaídas, eso te lo aseguro.

- Pues por eso, que aquí está la asesora Angélica para servirle a la señorita cuando desee – dijo mientras se dirigía a mi como una persona de la realeza con reverencia incluida.

- Si es que tengo que quererte Angy – le di un achuchón de los que nunca se vieron en el mundo.

- Bueno, bueno, déjate de cariñitos ¡y suelta la pasta!, que diga los apuntes, ja, ja, ja.

- Tome usted Madeimoselle.

Estuvo un buen rato copiándolos, pero no tenía más tiempo para quedarme en su casa ya que eran casi las siete de la tarde. Pero aun así me quedé un poco más. Mientras ella copiaba yo hablaba por Internet con una chica de mi clase, nada en general sino tonterías, era la única chica con la que se podía mantener una conversación normal sin sacar el tema chicos. Las demás chicas de mi clase parece que están desesperadas, siempre hablando de chicos … En fin, no tienen remedio. Cuando me quise dar cuenta tenía las ocho de la tarde en mi reloj.