sábado, 12 de junio de 2010


-¿Defendiéndome?, ¿para qué?.

-Pues me decía cosas como: que lo único que quieres es aprovechar el tiempo que estás conmigo porque no se sabe si mañana seguirás aún estando o no conmigo, que quieres complacerme en todo y que tu objetivo es que yo sonría y sea feliz.

-La verdad es que tiene razón. Pero haber Ester ... Yo no voy a obligarte ni presionarte ni nada ... Si te estampé contra la cama no fue por violencia sino por deseo y si te besé no fue por asustarte sino para amarte.
Me quedé anonadada con sus palabras, cada vez le quería más y la verdad que no sabía como expresarle todo lo que tenía que decirle, me tenía loca.

-Y si necesitas tiempo lo entiendo – me dijo con tono de despreocupación – Lo que menos quiero hacerte es daño y si solo voy a disfrutar yo, sería un poco egoísta por mi parte. Ester de verdad, esperaré lo que haga falta, por ti y por mi por los dos voy a esperar.

-Gracias Antonio, no se como darte las gracias, no se como agradecerte todo lo que estás haciendo por mi. Entre tanto hacerme feliz cada vez que estoy a tu lado.

-Yo me encargaré de que no llores y si lo haces besaré tus lágrimas y te las limpiaré, Ester cuando te dije que te quería no era solo para ese día, ni para los demás días, sé que no te gusta mirar al futuro, porque has tenido malas experiencias y yo no quiero ser otra de tus malas experiencias, solo quiero decirte que en mi futuro próximo y cercano tu estás en mis planes, pero eso no quiere decir que ahora en el presente no estés en mis planes, estás más haya de todo lo que yo pueda darte o ofrecerte. Ester te quiero y quiero hacerte feliz.

Me quedé callada por un momento, no sabía que contestarle, no sabía si darle las gracias o gritarle que le quería.

-Antonio quiero hacerlo, quiero hacerlo por ti.

-Ester yo necesito que estés preparada. Te juro que cuando lo estés no voy a negarte hacerlo, pero no quiero hacerte daño, quiero que disfrutes estando dentro de ti.

-Vale, me prepararé. Quiero entregarme a ti, toda.

-Ya lo sé. ¿Sobre esto querías hablar? – me dijo con un tono extrañado.

-Si, de esto quería hablar, no podía irme a dormir sin decirte lo mucho que te quería y que me entregaré a ti, no se cuando ni donde, tampoco me importa demasiado, lo único que quiero es ser tuya y que me poseas.

-Ya eres mía, solo me queda poseerte.

-Te necesito Antonio, necesito que me abraces, que me beses, decirte al oído lo privilegiada que me siento al estar contigo, decirte que te quiero sin días de calendario que se interponga entre nosotros.

-Te quiero pequeña, deberías irte a dormir, te noto un poco cansada, te juro que mañana nos vemos.

-Mañana no puedo, he quedado por la tarde con Angy, pero bueno ... Pensándolo bien puedo ir contigo por la noche.

-Eso va a ser complicado por la noche voy a salir con tu hermano y la panda.

-¿Entonces?, Antonio que yo no puedo aguantar un día sin verte.

-Pues ... No se vente a mi casa por la mañana.

-¿A tu casa?.

-Si a una estructura con ventanas, puertas, un tejado, una cochera ... – me dijo en tono burlón.

-Vale, ya sé lo que es una casa bonito – le dije en tono enfadado para que se diera cuenta – ¡Eres un capullo!.

-Pero aún así me quieres y lo sé.

-¡Serás creído y presumido!.

Y empezamos a reírnos juntos.

-Ya lo sé, lo soy, lo soy por tu culpa.

-Vale, ahora las culpas a la tonta de Ester ... – le dije irónicamente.

-No, no te estoy culpando, en realidad te lo estoy agradeciendo.

-Pues que mal sabes agradecer las cosas ...

-Ya bueno yo me entiendo, ahora vete a dormir, que te vas a caer al suelo o te vas a quedar dormida sentada.

-Vale, como tu digas. Hasta mañana, nos vemos en tu casa.

-¿Al final vas a venir?.

-Si ¿no?.

-Perfecto, te espero mañana en mi casa mi vida.

-Vale cariño, te quiero mucho que duermas bien.

0 comentarios:

Publicar un comentario