sábado, 12 de junio de 2010


-Hola Ester, ¿Qué haces tu por aquí?.

-Pues conmigo ¿Que va a hacer?.

-Yo que sé, como ayer terminasteis el trabajo de Economía.

-Ya pero tus amigos también vienen a casa y no hacen ni el huevo.

-Si venga ya lo que tu digas.

-Bueno que cortes el rollo, que no me comas ya tan pronto la cabeza.

-Un respeto a tu hermano mayor hombre ... Que ya no se respeta a nada ni a nadie.

-Haber, pero ¿Por qué has salido de tu cuarto si estás estudiando?, deja ya de cotillear y punto, y no te diré nada mientras ... – le dijo mientras nos dirigíamos a su cuarto.

-Vale, oído cocina ¡Angelina Jolie!

-Haber, que esa tía no se parece a mi ni en el blanco de los ojos ¿Te enteras?

-Pues para no pareceros nada, tenéis las dos unos labios de besugo ...

-Ya claro, más quisiera ella.

-¡No! Más quisieras tu.

-Que va, que va.

Yo mientras íbamos al cuarto de Angy me eché unas risas con ellos, siempre están así, no es nada nuevo, el llama a su hermana Angelina Jolie, y ella llama a su hermano Víctor Valdés, la verdad que no se a cuento de que se han puesto esos motes, pero bueno ... Son un caso perdido.

-Aquí están tus cosas Ester.

-¡Ah vale! Gracias de verdad Angy, no sabes lo que te lo agradezco.

-De nada mujer, somos amigas ¿Recuerdas?

-¡Ah! ¿Qué tienes de amiga a esta pedazo de pendón? - dijo el hermano de Angy refiriendose a su hermana con ironía.

-¡Pero quieres dejar de cotillear!

-Vale, vale, ya meto mis asuntos en mis libros.

-Es lo mejor que haces sino quieres que yo te meta la cabeza dentro de el libro.

-¡Que miedo!.

-Más te vale tenerlo, lo que digo lo hago.

-Bueno Angy me voy ya, ya sabes atenta esta noche al móvil – estuve pensando y llegué a la conclusión de que esta noche iba a contarle lo que me pasó con mi hermano - ¡Oh oh! Lo siento Angy pero me acabo de acordar que esta noche – me acerqué a ella y le dije en voz baja – Esta noche voy a estar hablando con el, voy a explicarle lo de mi hermano.

-¡Ah! Bueno pues mañana me contarás todo ¡Eh pillina!, que te lo tienes todo muy calladito.

-No, no, mañana ya no me lo tendré callado.

-Eso que mañana me lo tienes que contar todo, todo.

-Bueno guapísima, que una vez más gracias por haberme guardado las cosas, ¿Ha llamado mi madre?.

-Que va y mira que he estado todo el día pegada al teléfono y al móvil.

-¡Ah! pues mejor, eso es señal de que no sospecha nada.

-Eso esperamos – me miró y me sonrió – Además sabes
que me tienes a mi para sacarte de los líos.

-Si, siempre tengo a mi defenzorra de la justicia.

-Eso, eso y yo a mi putiferia.

Empezamos a reírnos de nuevo, sin parar hasta llegar al piso de abajo, me planté la mochila a mi hombro izquierdo cogí las bolsas con la mano derecha y me puse delante de la puerta, le di dos besos a Angy y me marché hacia la salida.

-¿He tardado mucho?

-Un poco, pero no pasa nada, no tengo prisa.

-Lo siento, es que nos hemos entretenido y tal.

-No pasa nada enserio.

Se bajó de la moto metió las bolsas dentro del asiento de la moto y la mochila la puso entre sus piernas para que no se cayera y para que a mi no me pesase el hombro. Íbamos llegando a la calle de mi casa y cuando estuvimos más o menos por la esquina de la calle ...

-Párate. Déjame aquí.

-¡Qué dices! Te acompaño hasta la puerta.

-Antonio tu no lo entiendes esta noche te explico lo que ha pasado enserio.

-¿Es grave?

-Un poco, pero de momento no te lo puedo contar.

-Vale, lo entiendo.

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