sábado, 12 de junio de 2010


Me fui a la cocina, donde se encontraba mi hermano.

-Hola Rubén – le dije echándole una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Huí, que rarita vienes!, ¡ah no! Que tu eres rara de nacimiento ...

-Yo no soy rara imbécil ... – le dije echándole una mirada de muerte extrema.

-Es broma capulla, ¿qué tal en casa de Ruth?

-Bien, me ha estado explicando los apuntes que no me ha dado tiempo a copiar, la verdad que es fácil me pensaba que iba a ser más complicado.

-Si tu como siempre poniéndote en lo peor.

-Ja, ja, ja, ja – nos empezamos a reír porque en realidad tenía razón, menos mal que soy una buena actriz y puedo disimular mis preocupaciones sino ya me habría pescado hace tiempo.

Como le dije a mi madre, cogí un cuenco, la leche del frigorífico que estaba realmente fría y cogí los cereales en realidad no es que tuviera mucha hambre que digamos ... Pero para disimular un poco me puse a comer sin ganas, sino mi madre se pensaría que estaba enferma o algo y es cuando se liaría parda. Y la verdad que tampoco tenía muchas ganas de que me echasen un sermón. Cuando terminé de comerme los cereales dejé el cuenco en el fregadero, no tenía ganas ni para mantenerme en pie imagínate para ponerme a fregar a las diez de la noche, puse la leche dentro del frigorífico y los cereales los metí en el mueble. Subí las escaleras como pude porque tenía una flojera en lo alto que no era normal en mi. Cuando llegué a mi cuarto cerré la puerta, no quería saber nada de nadie, dejé el bolso encima de la silla de mi escritorio y me tiré redonda en la cama y empezó a sonar mi móvil. No miré ni quien era, la verdad que no tenía ganas ni de mirarme, ni de hablar con nadie, solo de dormir y pensar que todo esto había sido solamente un sueño.

-¿Si, dígame? – dije desganada.

-Soy yo.

-Ah, hola.

-Ya veo que no estás muy por la labor. ¿Estás cansada verdad?

-En realidad lo único que tengo son ganas de que llegue mañana, realmente no sé como va a ser mi día mañana, como los compañeros de mi clase hayan visto las noticias ... ¡Me doy por muerta!.

-No te preocupes no creo que la gente de tu edad quiera ver las noticias, lo normal es que les aburran y prefieran estar jugando a la play, de compras o simplemente estudiando.

-Ya bueno ... Yo prefiero dormir, estoy reventada.

-Como me gustaría estar al lado tuya en estos momentos, pequeña – me dijo cariñosamente, pero la verdad que yo no estaba ni para cariñitos con lo mimosa que soy.

-Y yo, pero para que me apoyases, no puedo seguir así Antonio, te lo juro, no puedo seguir ocultando esto por más tiempo, ¿estoy cometiendo un delito?, yo creo que lo único que estoy haciendo es ser feliz y cuando de repente consigo la felicidad viene otra ola y se lo lleva todo contra viento y marea.

-No te preocupes cariño, solo hay que esperar el momento más adecuado para decirlo públicamente, y yo esperaré ese momento junto a ti, puedes estar segura, te quierooo ... – dijo bajito.

-Y yo también, como desearía que estuvieras aquí conmigo y dormirme acurrucada en tu pecho.

-No te preocupes se cumplirá alguna vez, no habrá que esperar mucho, por cierto si Angy sale de esta prometo que os llevo a la fiesta que van a dar el sábado día 15 de mayo en la discoteca Rocher.

-¿Y sino sale de esta?

-No lo sé ...

-Si voy será con las compañeras de clase y tu deberías ir con tus amigos.

-Si, tienes razón. Ya discutiremos este tema en otro momento, tienes que descansar, comprendo que estás cansada después de todo un largo y preocupante día.

-Gracias por ser tan tolerante y comprensivo conmigo – le dije con voz queda, no tenía fuerzas ni para hablar.

-Venga duerme pequeña, mañana será otro día, yo sé que tu puedes luchar contra esta situación y sacar a Angy de esta, solo te lo tienes que proponer, y tu lo puedes conseguir, te quiero mi niña, mañana te vuelvo a ver, besos.

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