sábado, 12 de junio de 2010



-¿Qué?, ¿Mandándoos sms? – me dijo a la vez que me daba un codazo, como diciendo tariro tariro ... Como si la conociera vamos ...

-Pues si niña, me ha preguntado que a que hora me viene bien que quedemos, le he dicho que a las 6, ¿A esa hora habremos comprado ya la ropa y tal no?

-Pues claro, mira tu vete a una tienda y yo me voy a otra y como tenemos más o menos la misma talla, escojo lo que más me guste y lo compro.

-¡Si hombre! Yo voy contigo, ¡que a veces coges unas cosas que son horterísimas!

-Vale, vale, tampoco tenías que haberme insultado ...

-Sin ánimos de ofender ¡eh! – le dije mirándola de reojo, se estaba riendo la muy capulla ... Ahora está se la iba a pagar.

-Mira primero vamos a la tienda Blanco, que hay una ropa muy chula, luego vamos al Bershka que esa ropa es informal y de último vamos al Stradivarius que sinceramente la ropa de ahí es que me chifla ... – puso cara de poseída y es que a Angy le encantaba elegir la ropa por los demás, normal que el padre no quiera venir de compras con ella ... – ¿Qué es lo que piensas que estás tan concentrada?

-No nada, solo estaba pensando la cara de poseída que se te pone cuando se trata de compras.

-Mentira, lo que pasa que tu eres muy rarita y piensas que yo tengo cara de poseída cuando de compras se trata y es que tu no te has visto la cara cuando te pronuncio el nombre: Antonio.

-Ni se te ocurra nombrarlo ... – le miré con tal mala leche que un poco más y no me la como con los ojos.

-Tranquila, tranquila ... Que parece que me vas a comer y todo.

Nos echamos a reír, Angy y yo somos un caso perdido, lo admito ... Pero es que nos lo pasamos tan bien cuando nos ponemos de esas maneras. Entramos en la tienda Blanco como ella había dicho esa ropa es muy chula ¡y muy elevada de precio!, eso se le olvidó mencionarlo ...

-¡Te crees que me llueve el dinero del cielo o qué!

-Ni mucho menos, pero no sé pensaba que no iba a estar tan cara la ropa, como estaban de inventario ...

-¡Si claro y un cuerno! Lo que pasa que tienes una boda en breve y por eso has venido – la miré de reojo.

-Vale, vale, está bien, ¡me has pillado! Pero es que quiero que mi madre sea consciente de que va a tener que ir ahorrando ...

-Bueno pues ya has visto los precios por encima, ahora vamonos al Bershka.

-Sus deseos son ordenes para mí.

Es que esta niña quiere que me muera de la risa un día de estos, si yo me muero haber quien va a llamarla y a contarle todos los chismorreos cuando ella faltaba a clase. Pero bueno ya estaba acostumbrada a sus comentarios sin venir a cuento. Como le dije nos fuimos a el Bershka y sinceramente me gustaba algo de ropa que había pero es que tampoco es que me llamara mucho la atención la ropa de allí, entonces nos fuimos al Stradivarius que era la única tienda que nos quedaba ya, porque las demás son demasiado caras para nosotras que tenemos un dinero ahorrado muy escaso. Solo me llevé cincuenta euros y con eso creo que no voy a tener para mucho la verdad pero me conformaba con unos pantalones y una sudadera buena, bonita y barata, una triple b, vamos.

-¿Qué tal te parece esta sudadera? – me preguntó Angy que tenía en las manos una sudadera verde con mariposas en negro – A mi me gusta.

-A mi también, ¿Cuánto cuesta?

-Doce euros.

-¡Qué bien!, porque ando escasa de fondos, así que mira por donde – cogí la sudadera y me recorrí la tienda entera en busca de unos vaqueros en condiciones, pero nada ... No había ninguno que realmente me llamase la atención – Que te parece si nos vamos al H&M, es que aquí ya no hay nada más que me llame la atención.

-Vale magnifico, allí seguro que encuentras lo que buscas es una tienda muy completita.

-La verdad que sí, allí fue donde me compré el vestido para la boda de mi prima Silvia, deberías mirar algún vestido por allí, están muy bien de precio y algunos son muy bonitos.

Fuimos a la caja del Stradivarius y pagamos la sudadera, luego nos fuimos a la otra punta del centro comercial que era donde estaba la tienda H&M, había mucha gente pero como aún eran las cinco de la tarde nos daba tiempo hasta de bebernos un café en el Starbacks, es que esos cafés están de lo más bueno, son como una especie de capuchino con helado. Estuvimos dando una vuelta por la tienda y encontramos pantalones chulísimos pero es que no me decidía por ninguno así que a lo tonto a lo tonto eran las cinco y media, ¡iba a llegar tarde sino me daba prisa!. Entonces cogí el pantalón que tenía varias estrellas de colores que parecía que le chorreaban líquido, pintadas en el pantalón. Valía veintidós euros, me fui a la caja y me los compré, mientras Angy le echaba un vistazo a algunos vestidos. Salimos de la tienda y vi a lo lejos una zapatería que tenía unas botas de tobillo que eran preciosas, entonces le dije a Angy que se esperase un momento que me habían encantado aquellas botas fuimos a ver el precio pero valían veinte euros.

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