
Se paró en seco, se giró, me dió mis cosas, no articuló palabra y se fue. Yo no tenía tiempo de ir tras él, tenía clase y con la mujer más insoportable del instituto veremos a ver como me als arreglo para que me deje entrar, si me deja claro. Me colgué la mochila, y empecé a correr, corrí que casi me quedo sin aliento al subir las escaleras de dos en dos para llegar antes. Llamé desesperadamente y abrí a la puerta.
-¿Me deja pasar? - le pregunté casi sin aliento.
-¿De donde llega usted señorita?.
-Lo siento mucho, mi hermano que estaba en la entrada de el instituto, me ha llamado y me ha dicho que es urgente, por eso he bajado con mis cosas y acabo de volver, ¿puedo pasar? - le mentí porque si no iba a ser imposible que me dejase pasar, ahora lo que esperaba es que nadie de los que estaban antes dentro de clase dijera nada sobre lo de Antonio.
-Vale, pero que no se vuelva a repetir señorita. Por cierto, ¿y la señorita Gallarde?.
-No lo sé señora, ayer estuve en su casa haciendo un trabajo para Proyecto Integrado, pero poco más le puedo decir, no sé nada de ella.
Me senté de nuevo en mi sitio, preocupada por la reacción de Antonio y por sus ansias de que nos fueramos a no se que lugar, así que saqué el móvil y antes de nada le mandé un mensaje a Angy preguntándole que hasta cuando tenían pensamientos de no venir y posteriormente le escribí uno a Antonio en el que le decía "No entiendo tu reacción, pero entiéndeme, yo no ..."
-Señorita, además de que llega tarde tiene la cara dura de sacar el móvil estando en mitad de una clase, guárdelo ahora mismo sino quiere ser expulsada - di un respingo de la silla porque no pensaba que fuera a verme, así que simultaneamente lo guardé en mi bolsillo.
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